CALIDAD: De poco sirve escribir contenido si nadie se lo va a leer. Se deben generar textos útiles y personalizados para mejorar la imagen de la marca y ganar visibilidad. Y es que a la hora de hablar de marketing de contenidos lo importante no es hablar a los usuarios, sino hablar con ellos.
COMPLEJIDAD: Al crear contenidos no solo existen los artículos propiamente. ¡En la variedad está el gusto! Un post, una imagen, un vídeo o un audio también son de lo más indicado para llevar a cabo una buena estrategia. Permite entablar una relación más abierta y natural y conocer de primera mano las necesidades de los usuarios.
CANTIDAD: Si algo le gusta a Google es el contenido. Así que si no quieres cavar la tumba de tu web (o sea, aparecer en la segunda página del buscador) no te queda otra que generar muchos contenidos. Eso reforzará el SEO, el contenido será fácilmente indexado y la web ganará más tráfico. Por lo que cuantas más visitas, más reputación y mejores posiciones en Google.